Más allá de que Eriksen encaje o no en el perfil que buscan o que guste más o menos a Zidane, el interés en el jugador del Tottenham viene motivado por su situación contractual, que lo convierte en una oportunidad de mercado casi irrechazable al terminar contrato el próximo mes de junio y quedar libre. Eriksen lleva tiempo en la órbita del Real Madrid, que la primera vez que levantó el teléfono para preguntar al Tottenham por él le pidieron 250 millones de euros.

Jugador ‘top’ cuya situación invita, incluso, a abordar su fichaje en enero por un traspaso razonable pero muy inferior a su precio real. La situación tiene en alerta máxima al Madrid y, más todavía al Tottenham, al que se le acaba el tiempo para renovarlo. «No voy a discutir estas cosas individuales. Si te digo que no hablé con Levy sobre Eriksen, Alderweireld y Vertonghen, estaría mintiendo. Entonces, sí, estoy hablando con él al respecto. Al mismo tiempo, hablo también con los jugadores, con todos ellos. Hablamos y tratamos de entender cada detalle», ha dicho Mourinho sobre la renovación, entre otros, de Eriksen.